Siendo las 2 de la tarde, el Foro Sol abrió sus puertas para recibir a los miles de aficionados al llamado "Rey de los Deportes", quienes ansiosos esperaron cerca de seis meses para dar el grito de "¡Play Ball!". Desde las afueras de Foro, se podían adquirir productos de ambos equipos: gorras, camisas, cascos...
Como siempre, la guerra civil se dejó sentir desde el primer momento del juego. Al grito de "¡Vamos Diablos!" por parte de los pingos y un "¡Tigres, tigres, tigres!" del lado de los felinos la afición alentó a su equipo hasta el final de la novena. A pesar de la rivalidad inminente entre la afición de ambos equipos, siempre predomino el ambiente familiar característico de este deporte.
Después de unas cuantas carreras cardiacas, los felinos se fueron con un buen sabor de boca al empatarle los Diablos en su casa.
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